Con la aprobación de la remisión a las Cortes del proyecto de Ley Crea y Crece, se ha dado el pistoletazo de salida a una de las principales reformas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que supondrá un cambio radical en la forma de entender la planificación y gestión del día a día de las empresas.
Para favorecer el crecimiento empresarial, la norma incluye medidas contra la morosidad en las operaciones comerciales, una de las principales causas de los problemas de liquidez y rentabilidad y solvencia de muchas empresas, en especial las pymes.
La norma mejora la eficiencia del marco regulatorio de las actividades económicas al simplificar la legislación existente, eliminar obstáculos, agilizar los procedimientos y ampliar el catálogo de actividades exentas de licencia. Asimismo, refuerza el papel de la nueva conferencia sectorial para la Mejora Regulatoria y el Clima de Negocios.
Paralelamente, incluye obligaciones de facturación electrónica para todas las empresas, sea cual sea su tamaño, para sus relaciones con otras empresas, con añadidos controles de información tributaria y pago, que supondrá un cambio de mentalidad en la forma de gestionar y administrar las empresas, así como la obligatoriedad de sistematizar informáticamente mucho de los actuales procesos administrativos.